domingo, 2 de enero de 2011

ÁMALA

Un hombre fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio le escuchó, le miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: Ámala. Luego se calló.
-Pero es que ya no siento nada por ella.
-Ámala, repuso el sabio.
Y ante el desconcierto del señor, después de un oportuno silencio, agregó lo siguiente: "Amar es una decisión, no un sentimiento; amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería: arranca lo que hace daño, prepara el terreno, siembra, se paciente, riega y cuida. Estate preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, pero no por eso abandones tu jardín.
Ama a tu pareja, es decir, acéptala, valórala, respétala, dale afecto y ternura, admírala y compréndela.
Eso es todo "ámala". (Del libro LUNES CON MI VIEJO PASTOR. Grupo Nelson; Marzo 2011)

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